lunes, 31 de octubre de 2016

3.1. ¿Cómo es la realidad de mi centro?



Con esta infografía he intentado plasmar el itinerario inicial para implantar en mi centro una actuación de éxito como son las comisiones mixtas. Se trata de involucrar a todos los actores de la comunidad educativa (profesorado, equipo directivo, alumnado, familias y personal no docente), para iniciar desde el principio de curso los pasos necesarios para transformar la participación de todos los actores de la educación en una actuación dialógica, donde de forma democrática, participativa se llegue a consensos acerca del centro educativo que queremos tener. 

El objetivo es implicar a todos los actores de la educación para conseguir un mejor rendimiento de nuestros alumnos/as a través de la participación de las familias y de la mejora de la convivencia y de la amistad y compañerismo en el instituto.

sábado, 22 de octubre de 2016

Actuación de éxito


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He seleccionado la actuación de éxito que tiene que ver con la creación de comisiones mixtas. Aunque creo que es una de las debilidades de mi centro, me lanzo a la consecución del sueño de intentar ponerla en marcha.

“Muchas veces, las personas profesionales de la educación abarcamos todos los ámbitos de actuación con la creencia de que somos los/as únicos/as que sabemos como desarrollar iniciativas educativas o, lo que es peor, que somos los únicos que nos podemos responsabilizar de las nombradas iniciativas porque es nuestro campo”
(Sánchez Aroca 1999:335)
El objetivo de estas comisiones mixtas es la de la participación libre y democrática en las decisiones por parte de familias, profesorado, alumnado y personal no docente. Lo importante es el debate y el consenso y no la imposición.

Para empezar, una comisión gestora se encargará de coordinar a las diferentes subcomisiones (en las que se tratarán diferentes temas, las principales prioridades que se quieren abordar en el centro), asegurando la participación igualitaria y estando siempre abiertas a la participación de nuevos miembros.

miércoles, 12 de octubre de 2016

2.2. ¿Cómo es la realidad de mi centro?


A través de esta infografía he querido representar las dificultades y oportunidades que me encuentro en mi centro en cuanto el tema de la convivencia. Más concretamente, en lo que se refiere a actuaciones de éxito como pueden ser los grupos interactivos, las tertulias dialógicas y la creación de una comisión mixta de convvivencia y del proceso de la creación de la norma. 

 Conforme iba realizando la infografía, ejercicio en el que tienes que sintetizar tu visión de centro, me he dado cuenta de que en los institutos de secundaria, como es el mío, no se realizan ninguna de estas actuaciones. Más bien, algunos/as profesores como yo estamos intentando poner en práctica actuaciones como las tertulias literarias dialógicas, en clase de Lengua castellana y Literatura. Pero en cuanto a los grupos interactivos y a las comisiones mixtas, nada. Las familias quedan al margen del día a día de la realidad del centro. 

 Cuando propones que hay que cambiar la realidad del centro y que debemos dar pasos hacia las comunidades de aprendizajes, todos son protestas y quejas, pero el día a día va siendo cada vez más complicado y no solucionamos los conflictos y el clima no mejora. 

 De momento se realizan pequeñas acciones a nivel individual (dependiendo de la voluntad del profesor/a),pero no se toman decisiones a nivel de claustro, de centro, de dirección.

viernes, 7 de octubre de 2016

Sueños, fortalezas y debilidades

Tras el debate sobre fortalezas y debilidades en el foro, son varias las reflexiones que quiero expresar en voz alta:

- En primer lugar, todas las intervenciones del foro que he leído van en la línea de que es necesario construir verdaderos centros educativos cimentados en una convivencia dialógica. De ahí que mi gran sueño educativo sea el de transformar mi centro en una comunidad de aprendizaje.


- Por otro lado, identificamos rápidamente las fortalezas y debilidades de los centros, pero la solución, que sabemos en qué dirección debe ir, no llega nunca o bien se dan tímidos pasos. Así por ejemplo, todos los/las componentes de mi grupo (D5) trabajamos en centros donde la convivencia es entendida como disciplina (parte, castigos, etc.) y no existe el modelo dialógico. Además, las familias no son aliadas nuestras ya que sólo nos relacionamos con ellas a través de información unidireccional que parte de los profesores/as y equipos directivos.


Si queremos una escuela activa con el entorno, democrática, activa, tenemos que empezar a vislumbrar las soluciones para que los alumnos/as y familias puedan participar del funcionamiento diario de los centros, aportando su experiencia y sus puntos de vista. Es importante conseguir la transformación de nuestras escuelas en verdaderas comunidades de aprendizajes (ya sé que repito demasiado esta idea, pero es que soy una ferviente creyente de este modelo de centro educativo).